miércoles, 26 de julio de 2017

1 de agosto 2015

Hace 10 años llegábamos a vivir a Puerto Morelos: todas nuestras chivas, nosotros dos, dos gatos y Lisa y Zoe en la panza (que en ese momento no tenían nombre). Nos vinimos sin conocer nada ni a nadie, sólo las ganas de vivir en la playa y criar a nuestras hijas en un lugar tranquilo. Pasaron huracanes, idas y venidas, nacimientos, gente que estuvo y se fue, temporadas altas y bajas, 10 años pasaron. Estoy tan orgullosa del lugar donde vivo, del lugar que elegimos, donde todos nos tendemos la mano y nos acompañamos, donde el concepto de comunidad se respira, donde tengo amigos-familia y los niños juegan en el parque, donde el intercambio es una moneda, donde hay actividades culturales todo el tiempo, donde todos cuidan del hijo del otro y nos movemos en bici. Puerto Morelos me enseña a ser mejor persona, a ser más amable y sonreír más, a tratar con mis vecinos y dar la mejor versión de mi porque acá nadie es anónimo.

No hay comentarios: